Sigo esperando encontrar a alguien a quien amar incondicionalmente; a alguien que me haga soñar.

dilluns, 3 d’octubre del 2011

Anhelo

Me quedo tumbada en la cama, con la luz apagada y la mirada perdida en el techo de la habitación. Sólo se me pasa una palabra por la cabeza: anhelo. Siento como poco a poco una horrible sensación de tristeza y soledad se apodera de mi. Me siento vacía y desolada; sin nada que importarme. Todo se convierte gris, un sitio extraño aunque acogedor, que invita a quedarme. Cada vez prefiero estar más tiempo alejada de todo, de mi alrededor.
De repente, la palabra anhelo vuelve a mí. Sueños inalcanzables, deseos y alegrías que un día quisiera vivir se apoderan de mí. No existe nada más que el simple hecho de querer volver a tenerte, de que vuelvas a ser mío. Y es que anhelo tus caricias, tus abrazos, tus cálidos besos, esa mirada que me hipnotiza y me hace viajar a mil años luz de aquí. Esas pequeñas cosas que te hacen ser especial, ser quién eres; a quién quiero. Simple y sencillamente tú. Esa persona que me puso un mundo entero a mis pies; y que sin embargo, también se lo llevó sin más.
De nuevo, esa sensación de tristeza y soledad vuelve otra vez. Me siento insignificante, impotente y abandonada. Pienso en todos y cada uno de los momentos que pasamos juntos y me doy cuenta de lo ilusa que llegué a ser. Lentamente, noto como una lágrima cae sobre mi mejilla y pienso:<<No puede ser, otra vez no, por esto no. Me niego, no quiero seguir así por esto.>> Inmediatamente me seco las lágrimas, me incorporo y decido que no voy a dejar que nada ni nadie, me haga sentir tan mal y miserable como me sentí. Luego, vuelvo a la realidad, y rompo a llorar desconsoladamente. Una vez más, la historia se repite, nada cambia, un día tras otro y siempre lo mismo. Me tumbo, pienso, y lloro; todo igual.

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